miércoles, 18 de mayo de 2016

Profundizamos en pruebas para evaluar características autistas

Checklist for Autism in Toddlers (CHAT)
Es una prueba de detección temprana de problemas del espectro autista, y como tal está dirigida a establecer la existencia de indicadores psicológicos de riesgo de autismo en niños de 18 meses. En su origen fue diseñada para ser aplicada por médicos pediatras, y de hecho hay países en los que forma parte de las revisiones rutinarias de la salud de los niños. Su aplicación es muy rápida (entre 20 y 30 minutos) y es una prueba que no se comercializa, sino que se ofreció en un manual en inglés. Consta de dos apartados diferentes, con un total de 14 items: ---En el primero, se pregunta a los padres cuestiones como si su hijo/a se interesa por otros niños, si utiliza gestos para señalar, o si interactúa con ellos de manera apropiada. ---En el segundo apartado, el evaluador presenta varias situaciones relacionadas con el lenguaje y el juego imaginativo, para comprobar sus reacciones. En función de la cantidad de ítems que no se superan correctamente, se establece un grado de riesgo de sufrir autismo. Por tanto, es una prueba de screening que alerta sobre potenciales problemas, que deben confirmarse con la administración de otras pruebas más completas y con el seguimiento en el tiempo. La versión española.
Cuestionario de comunicación social (SCQ)
Es otro instrumento de screening destinado a evaluar de forma rápida las capacidades de comunicación y de relación social de niños que pudiesen padecer trastornos del espectro autista (TEA). Permite recoger los síntomas observados por los padres o cuidadores de los niños para poder decidir adecuadamente si es conveniente remitirlos a una evaluación más profunda. Esta prueba está relacionada con el ADI‐R, que permite realizar un análisis más profundo de los síntomas relevantes para el diagnóstico de los trastornos del autismo en relación con otros posibles trastornos como los relacionados con el lenguaje.

Entrevista diagnóstica de autismo (ADI‐R)
 La Autism Diagnostic Interview una entrevista semi‐estructurada que permite una evaluación detallada de aquellos niños y adultos que muestran un posible trastorno de autismo (o un trastorno del espectro autista). Es un instrumento muy útil para el diagnóstico formal de niños a partir de 2 años, y su aplicación lleva unas dos horas. Está compuesto por 93 items, que se centran en tres aspectos o dominios principales: lenguaje y comunicación, interacciones sociales recíprocas, y comportamientos estereotipados y repetitivos. De esta forma, se cubren un total de ocho áreas de contenido relacionado con el autismo, específicamente: Historia del sujeto. Desarrollo temprano. Adquisición del lenguaje y pérdida de lenguaje. Funcionamiento actual en los aspectos lingüísticos y comunicativos. Desarrollo social y de juego. Intereses y comportamiento. Comportamientos clínicamente relevantes (agresiones, etc). Los resultados del ADI‐R pueden emplearse para diagnosticar los trastornos autistas en poblaciones de alto riesgos (por ejemplo, niños con problemas severos de desarrollo o con alteraciones médicas), y los estudios realizados señalan que es bastante efectivo a la hora de distinguir entre problemas de autismo y otros cuadros similares, así como entre problemas de autismo clásico y otros trastornos del espectro autista. CSBS-CS (Escala de Conducta comunicativa y simbólica)
Prueba de diagnóstico ACACIA
Esta prueba, diseñada por investigadores españoles, evalúa problemas de autismo en niños a partir de 2 años. Plantea como uno de sus objetivos principales la presentación de situaciones que generen estrategias sociales básicas, como las instrumentales o las de anticipación, que permitan la observación de categorías relevantes en la interacción social. Está dirigida a niños y niñas con muy escasas o nulas competencias a nivel de lenguaje expresivo funcional, y con una edad mental inferior a 36 meses. Se parte de una situación de interacción estructurada, en la que el evaluador actúa de acuerdo con un guión previamente establecido. Se plantean diez situaciones que se graban en video, y que ocupan unos 15 minutos. Algunas de las situaciones de las que consta esta prueba son: muestra de juguetes, muestra de comida, juegos interactivos o actitud pasiva sin objetos. Posteriormente, se interpretan las grabaciones con una guía que se centra en aspectos como la sonrisa del niño, el uso funcional de objetos, el nivel comunicativo, la interacción social mostrada o el tipo de juego.

ABAS
La evaluación de la conducta adaptativa constituye, en muchos casos, un complemento esencial de la evaluación de la inteligencia, autismo o trastornos del espectro autista, TDAH, deterioro cognitivo, etc. La utilización de este tipo de instrumentos se erige cada vez más como un requisito imprescindible para realizar diagnósticos tales como el de discapacidad intelectual. El ABAS-II es un instrumento de evaluación de la conducta adaptativa desde el nacimiento hasta los 89 años. Su objetivo es proporcionar una evaluación completa de las habilidades funcionales diarias de una persona en distintas áreas o contextos con el fin de determinar si es capaz de desenvolverse en su vida cotidiana sin precisar la ayuda de otras personas. Las áreas que evalúa son Comunicación, Utilización de los recursos comunitarios, Habilidades académicas funcionales, Vida en el hogar o Vida en la escuela, Salud y seguridad, Ocio, Autocuidado, Autodirección, Social, Motora y Empleo. Además de las escalas anteriores, el ABAS-II también ofrece puntuaciones en tres índices globales: Conceptual, Social y Práctico, así como un índice global de conducta adaptativa (CAG). La información sobre la conducta adaptativa del evaluado se recoge por medio de ejemplares que son completados por sus padres y profesores, en el caso de los niños y adolescentes y, en el caso de los adultos, por personas adultas allegadas al sujeto evaluado (familiares, compañeros, cuidadores...) o bien de manera auto-informada.

Autism Diagnostic Observation Schedule (ADOS)
Es una escala observacional semi‐estructurada que puede emplearse para evaluar posibles casos de autismo en pacientes de todas las edades y competencias lingüísticas. Para ello, el ADOS plantea diversas actividades que generan un contexto controlado que permite al evaluador observar los comportamientos sociales y comunicativos relacionados con el autismo. Está compuesta por cuatro módulos de actividades, de forma que cada persona evaluada sólo pasa por uno de ellos dependiendo de su edad y sus capacidades lingüísticas: 
Módulo 1: diseñado para niños que no dominan la etapa de primeras frases.
Módulo 2: diseñado para niños que ya dominan las primeras frases, pero que todavía no tienen una fluidez verbal completamente desarrollada.
Módulo 3: diseñado para niños que tengan el lenguaje completamente adquirido.
Módulo 4: diseñado para adolescentes y adultos.
Entre las actividades planteadas dentro de estos módulos para servir como contextos para la observación, aparecen el juego libre, tareas de construcción con bloques, responder a nombres, imitar una tarea después de ver un modelo, describir imágenes, contar historias escritas, juegos con emociones, etcétera. La escala ADOS incluye instrucciones muy precisas para pasar y puntuar las distintas actividades. Posteriormente se obtiene una puntuación global que se compara con puntuaciones de corte de manera que los niños cuya puntuación se sitúa sobre un punto de corte (que depende de la edad) se pueden considerar autistas. Además, se ofrecen puntuaciones de corte para establecer un diagnóstico de autismo según una visión clásica, o de un trastorno general del espectro autista.

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