lunes, 18 de abril de 2016

TÉCNICAS DE APRENDIZAJE COOPERATIVO

El rompecabezas (“Jigsaw”)

Es especialmente útil para las áreas de conocimiento en las que los contenidos son susceptibles de ser “fragmentados” en diferentes partes (por ejemplo, literatura, historia, ciencias experimentales…).
En síntesis esta técnica consiste en los siguientes pasos:
• Dividimos la clase en grupos heterogéneos de 4 o 5 miembros cada uno.
• El material objeto de estudio se fracciona en tantas partes como miembros tiene el equipo, de manera que cada uno de sus miembros recibe un fragmento de la información del tema que, en su conjunto, están estudiando todos los equipos, y no recibe la que se ha puesto a disposición de sus compañeros y compañeras para preparar su propio “subtema”.
• Cada miembro del equipo prepara su parte a partir de la información que le facilita el profesorado o la que él ha podido buscar.
• Después, con los integrantes de los otros equipos que han estudiado el mismo subtema, forma un “grupo de expertos”, donde intercambian la información, ahondan en los aspectos claves, construyen esquemas y mapas conceptuales, clarifican las dudas planteadas, etc.; podríamos decir que llegan a ser expertos de su sección.
• A continuación, cada quien retorna a su equipo de origen y se responsabiliza de explicar al grupo la parte que se ha preparado. Así pues, todos los alumnos y alumnas se necesitan unos a otros y se ven “obligados” a cooperar, porque cada uno de ellos dispone sólo de una pieza del rompecabezas y sus compañeros/as de equipo tienen las otras, imprescindibles para culminar con éxito la tarea propuesta: el dominio global de un tema objeto de estudio previamente fragmentado.  

Grupos de investigación

Es una técnica parecida a la anterior, pero más compleja. Es muy parecida a la que en nuestro entorno educativo se conoce también con el de método de proyectos o trabajo por proyectos. Esta técnica implica los siguientes pasos:
• Elección y distribución de subtemas: el alumnado elige, según sus aptitudes o intereses, subtemas específicos dentro de un tema o problema general, normalmente planteado por el profesorado en función de la programación.
• Constitución de grupos dentro de clase: la libre elección del grupo por parte del alumnado puede condicionar su heterogeneidad, que debemos intentar respetar al máximo. El número ideal de componentes oscila entre 3 y 5.
• Planificación del estudio del subtema: los estudiantes y el profesor/a planifican los objetivos concretos que se proponen y los procedimientos que utilizarán para alcanzarlos, al tiempo que distribuyen las tareas a realizar (encontrar la información, sistematizarla, resumirla, esquematizarla, etc.).
• Desarrollo del plan: el alumnado desarrolla el plan descrito. El profesorado sigue el proceso de cada grupo y ofrece su ayuda.
• Análisis y síntesis: el alumnado analiza y evalúa la información obtenida. La resume y la presentará al resto de la clase.
• Presentación del trabajo: una vez expuesto, se plantean preguntas y se responde a las posibles cuestiones, dudas o ampliaciones que puedan surgir.
• Evaluación: el profesorado y el alumnado realizan conjuntamente la evaluación del trabajo en grupo y la exposición. Puede completarse con una evaluación individual.
 La estructura de esta técnica facilita que “cada componente del grupo pueda participar y desarrollar aquello para lo que está mejor preparado o que más le interesa” (Echeita y Martín, 1990, p.65).  

STAD (“Student Team- Achievement Divisions”)


En esta técnica a diferencia de las anteriores, se da la cooperación intragrupal y una competencia intergrupal.
La técnica conocida como STAD consiste en lo siguiente:
• Se constituyen grupos heterogéneos de 4 o 5 miembros.
• El profesor/a presenta un tema a todo el grupo clase con las explicaciones y ejemplificaciones que crea necesarias.
• Después, el alumnado trabaja formando equipo durante varias sesiones de trabajo en las que formulan preguntas, comparan respuestas, discuten, amplían información, elaboran esquemas y resúmenes, clarifican conceptos, memorizan, etc. Y se aseguran de que todos los miembros han aprendido el material curricular propuesto.
• Al final el profesor/a evalúa a cada alumna/a individualmente.
• La calificación que ha obtenido cada alumno/a se transforma en una puntuación para el equipo por medio de un sistema conocido como “rendimiento por divisiones”. En síntesis, consiste en lo siguiente: se comparan las puntuaciones que han obtenido en esta prueba los seis alumnos/as que tuvieron mejor nota en la prueba del tema anterior, y el primero de este grupo- de su “división”- gana ocho puntos para su equipo, el segundo gana seis, y así sucesivamente. A continuación se comparan las puntuaciones en esta prueba de los seis alumnos/as siguientes que en la anterior sesión obtuvieron mejor nota- que forman otra “división”- el cual obtienen también para su equipo ocho puntos el primero, seis el segundo, etc.

De esta manera, en, esta técnica se compara el rendimiento de cada alumno sólo en relación con el grupo de referencia de un nivel similar al suyo y, por otra parte, se asegura que cada alumno/a pueda contribuir igualmente al éxito de su grupo, pero en función de sus posibilidades. Incluso es posible que un alumno o alumna de un rendimiento más bajo aporte para el equipo más puntos que otro miembro del equipo de un rendimiento más alto, porque aquel ha quedado mejor situado en su “división” que éste en la suya.

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