La
evaluación del TDAH requiere obtener información del niño o adolescente, de los
padres o cuidadores y de los docentes acerca de los síntomas nucleares del TDAH
en varios ambientes, la duración de la sintomatología y el grado de repercusión
de dicha situación. La información acerca de los síntomas del comportamiento se
puede obtener mediante varios métodos, que incluyen: preguntas abiertas,
preguntas específicas, entrevistas semiestructuradas, cuestionarios y escalas.
Los instrumentos de evaluación del TDAH son un medio para obtener información
estandarizada sobre las percepciones de los padres y docentes acerca de los
problemas del niño. Los resultados deberían ser interpretados con precaución
cuando los baremos utilizados deriven de otras poblaciones diferentes a la
española.
La
última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic
and Statistical Manual of Mental Disorders), el DSM-V, vio por primera vez la
luz, en Mayo de 2013 en el Congreso Anual de la APA (Asociación Americana de
Psiquiatría) en San Francisco, USA. La versión traducida al castellano se editó
en el año 2014 por la Editorial Médica Panamaericana.
Esta
última revisión del manual incluye cambios significativos cualitativos y
cuantitativos con respecto a la última versión de 1994 (DSM-IV) y la revisión
de ésta en 2000 (DSM-IV-TR).
A continuación presentamos una serie de actuaciones que debemos seguir cuando sospechamos que un niño presenta un TDAH.
Son diversas las formas de sospechar un TDAH cuando
se observan conductas inusuales en los niños, bien por la intensidad de las
mismas o por no ser adecuadas a determinadas edades. Familia, personal docente,
pediatra o incluso otras personas del entrono del niño pueden ser agentes de
generar sospechas sobre un posible TDAH.
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