La
discapacidad puede ser muy evidente y, a veces, llamativa. El desconocimiento
hace que otras personas puedan interpretar que el niño tiene otras discapacidades
que en realidad no presenta.
A
veces, las peores barreras con que conviven las personas con discapacidad son las
ideas de los demás sobre sus propias posibilidades.
No
basta con proporcionar ayudas técnicas o recursos personales, también deberemos
trabajar
las ideas del entorno que pueden limitar el desarrollo de nuestro alumnado.
Incluso,
debemos ser conscientes de nuestros propios prejuicios y trabajarlos con esmero.
La
inclusión de las personas con discapacidad requiere de procedimientos de intervención
basados en la rehabilitación y la
habilitación, así como a la intervención en los entornos bajo criterios
de accesibilidad universal y diseño
para todos.
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